En un informe de septiembre 2020 de La Organización Internacional del Trabajo (OIT), precisó que se perdieron más 34 millones de empleos en América Latina y el Caribe a causa de la pandemia de COVID-19.
Esta cifra es mayor que toda la población de Perú y es muy alarmante; sin embargo, hace 2 años, cuando nadie imaginaba lo de la pandemia, el Banco Mundial indicaba en un informe del futuro del trabajo que “El 60% de los empleos en latinoamérica están en peligro”. Estos datos no son menores y confirman la tendencia de que los empleos que están orientados a tareas repetitivas y que no necesitan capacidad de análisis o toma de decisiones complejas para su ejecución, están siendo reemplazados por la tecnología, robots, algoritmos, inteligencia artificial.
Algunos escépticos afirman que esto es propio de la evolución de la humanidad y en cada revolución siempre han habido empleos que han desaparecido y nuevos que van apareciendo, y esto, hasta cierto punto, es correcto. Pero en la actual revolución tecnológica, hay un factor que antes no se presentaba: La velocidad con que la tecnología está avanzando, esto es lo que lo hace diferente. Los rangos de tiempos que se tenían antes para poder obtener nuevas habilidades para nuevos empleos u oficios eran mayores.
En una entrevista de presentación del libro “¡Sálvese quien pueda!, El futuro del trabajo en la era de la automatización” de Andres Oppenheimer comenta lo siguiente:
La gente tenía antes mucho más tiempo para reinventarse que ahora, pues cuando pasamos de ser cazadores a agricultores, tuvimos miles de años.
De hecho, hace dos siglos, cuando usábamos faroles callejeros a gas había faroleros, y cuando salieron los faroles eléctricos, esa gente tuvo como 80 años para reinventarse, o reinventar a sus hijos. Pero hoy, la señora que atendía el parqueadero de la esquina, que te daba un tiquete cuando se entraba con el carro y cobraba cuando salía, tiene 24 horas para reinventarse, porque le dicen de un día para otro que la va a reemplazar una máquina. Esa señora no tiene miles de años para hacerlo.
Ese es el problema que tenemos ahora. Más adelante eso no va a ser tan terrible porque las máquinas van a aumentar la productividad. Las cosas van a ser más baratas y los ingresos de los países van a aumentar tanto que va a haber dinero como para pagar un ingreso básico a mucha gente que quede desplazada y muchos de nosotros podremos dedicarnos a lo que nos gusta. Pero la transición va a ser traumática.
Entonces yo creo que la manera correcta de mirarlo es que esto será bueno, pero tenemos que prepararnos como personas y como países para que no nos agarre desprevenidos. Y en el libro lo que hago es, profesión por profesión, preguntarle a los ‘futurólogos’ de cada área que va a pasar con la industria.
Cada uno en su empresa, en su profesión, tiene que sentarse y preguntarse qué es lo que va a pasar con lo que está haciendo hoy dentro de unos cinco años, saber hacerlo y no quedarse fuera. Y eso no es muy difícil averiguarlo, ya se sabe por dónde va.
Este artículo no tiene por intención alarmar ni causar zozobra, todo lo contrario, busca informar y generar conciencia sobre lo que está sucediendo, que no es algo menor en el mundo laboral. Entonces, ¿qué hacemos? Como bien menciona Oppenheimer, hay que prepararnos y prever cómo se está moviendo el mundo laboral, sobre todo lo relacionado a nuestras profesiones u oficios. Podemos empezar leyendo artículos/libros o revisando videos sobre el futuro del trabajo, hay infinidad de información en red. Haciendo un paréntesis, la habilidad de búsqueda de información veráz en la red, es algo indispensable para cualquier empleo en el futuro.
Luego podemos investigar sobre dos términos en inglés que están cobrando relevancia y todo profesional debe tener claro de qué trata y cómo le puede sacar el mejor provecho:
Upskilling -> Mejorar mis habilidades. Ejemplo, si estudié estadística, economía o una carrera de números y veo que mis posibilidades de mejora laboral cada vez son menores. Podría optar por inclinarme por perfiles como “Data Scientist” o hasta “Programadores”, estos empleos actualmente son los más demandados.
Reskilling -> Adquirir nuevas habilidades. Ejemplo, si estudié contabilidad, administración o una carrera que está siendo cada vez menos demandada. Podría reinventarme y comenzar a explorar perfiles como “UX/UI Designer”, “Product Owner”, “Scrum master”, etc. Son perfiles que no tienen una carrera específica y son altamente demandados en la actual revolución tecnológica.
Al final todo depende de la constancia y persistencia que cada uno le ponga a su propio proceso de reinvención. Quiero terminar este breve artículo citando a intelectuales adelantados a su tiempo y que lo que afirmaron hace un siglo atrás cobra, siguen cobrando vigencia… incluso mucho más que antes.
No es la más fuerte de las especies la que sobrevive, tampoco es la más inteligente la que sobrevive. Es aquella que se adapta mejor al cambio. Charles Darwin (1859)
Los analfabetos del Siglo XXI no serán aquellos que no sepan leer y escribir, sino aquellos que no puedan aprender, desaprender y reaprender. Alvin Toffler (1970)
Fuentes:
OIT: 34 millones de empleos perdidos a causa de la crisis por COVID-19 en América Latina y el Caribe
‘La transformación digital no nos puede asustar’: Oppenheimer