Ante la inminente realidad de la ralentización de la economía peruana posterior a los eventos acaecidos por el COVID-19, las proyecciones no son muy auspiciosas para nuestra realidad; Thorne & Associates, realiza una estimación de crecimiento de -1.5% a pesar de las medidas de incentivo económico que el gobierno esté empleando. Ciertamente, esta situación ha obligado a replantearse la forma de hacer las cosas.
La inyección de liquidez como medida financiera para enfrentar la actual situación permitirá que la dinámica de la economía no se vea afectada a gran escala y los engranajes de la cadena productiva sigan girando; sin embargo, es de relevante importancia situar a la empresa en una dinámica de agilidad para tomar decisiones oportunas y veloces para enfrentar lo que todavía es un panorama incierto.
Más allá del cliché que toda crisis trae consigo una oportunidad y los constantes llamados al ingreso de la era de la digitalización; ¿qué es lo realmente oportuno que podemos rescatar de la actual situación? Por citar un ejemplo del cambio de paradigmas, el Ministerio de Hacienda de la República de Colombia, en su circular externa N° 12, instruye a las organizaciones de economía solidaria vigiladas a evaluar el estado de la infraestructura tecnológica, controles de ciberseguridad, capacidad de monitoreo y canales digitales de atención para asociados.
Hoy las decisiones tomadas a nivel mundial para reducir el contagio a través del efecto de la proximidad entre personas y los diferentes estudios que revelan la propagación del virus COVID-19 a través de diferentes canales de transmisión revela que existe oportunidad para desarrollar nuevos motores de interacción sin contacto y que reduzcan drásticamente la distancia de contacto social, pero sin perder la humanización de las marcas.
Sumemos a la incertidumbre actual que vivimos, algunos aspectos que desconocemos del virus y que Carlsson-Szlezak, Reeves y Swartz citaran en el último artículo redactado para Harvard Business Review:
- Desconocimiento de las propiedades del virus y potenciales cambios
- Pacientes asintomáticos
- Tasas inciertas de infección bajo pruebas limitadas
- Políticas desiguales
- Reacción de empresas y hogares inciertas
Esta situación suena parecida al guion de la película Margin Call, en aquella escena donde Jeremy Irons sienta a todos sus directivos en un comité extraordinario y les dice: “¿Qué les he dicho desde el primer día que entraron a mi oficina? Hay tres formas de hacer dinero en este negocio: sé el primero, el más listo o haz trampa”; me quedo con la premisa sé el primero, ¿qué significa arriesgar con la digitalización en estos momentos?
Al parecer, el COVID-19 aceleró la digitalización de las empresas, pues han visto sublimadas sus operaciones físicas al ámbito electrónico, sin capacidad de hacer algo distinto por lo menos en los próximos días o meses y; probablemente, sea una oportunidad para saltar aquella brecha de aprendizaje o evangelización del mercado puesto que todos están obligados a tomarlo como única alternativa de acción.
Para un mercado financiero tan complejo como el Latinoamericano, donde existe un 60% en promedio de personas que no se encuentran bancarizadas y cuyo acceso no es tan sencillo como acercarse a una agencia, oficina, agente o esperar que un asesor se les presente brindándoles la oportunidad de acceder a un microcrédito, estas actividades se tornarán más complejas; o, tal vez no, lo ideal es que todo se normalice, aunque existen previsiones muy pesimistas al respecto.
Retomando el punto de la publicación HBR, aún existen muchas incertidumbres por ser respondidas y se sumarán algunas otras en los próximos meses, pero en el corto plazo, sabemos que alternativas se encuentran en el sector financiero; pues una de ellas es el crédito digital al cual se pretende llegar en algún momento y probablemente este sea ese momento. La dinámica de las colocaciones de crédito para no frenar los engranajes del mercado es urgente asumirla y las entidades financieras ya están tomando acción al respecto.
El COVID-19 marca un nuevo hito en la historia de la humanidad, como cada una de las crisis que nos ha tocado vivir como especie en temas de salud, economía, social o bélicos con la diferencia que; con años de aprendizaje, suponemos que podemos contar con herramientas que nos permitan reaccionar y aplacar estos eventos de una mejor manera. Hoy la era de la digitalización cobra más vigencia que nunca.