A raíz de la pandemia, los programas de mentoria o “mentoring” han tomado mayor relevancia en el ámbito académico y profesional. Un mentor o mentora es una persona que, con mayor experiencia y conocimiento, ayuda a otra conocida como mentee, a desarrollarse personal y profesionalmente.
Los mentores no solamente funcionan como referentes o consejeros, sino que también desafían, inspiran, conectan y estimulan a sus mentees. Todos necesitamos mentores en nuestra vida, mucho más en un contexto retador como el que vivimos actualmente. Además, este rol puede desenvolverse en distintos ámbitos como el educativo, deportivo o profesional.
“Ser mentor no es algo que se hace solo durante un par de años; el puesto de mentor es una cita de por vida.”
ROBERT LEFKOWITZ
Robert Lefkowitz, científico reconocido y premio Nobel con una vasta experiencia mentoreando exitosamente a decenas de generaciones de científicos, nos brinda las siguientes recomendaciones para ser un gran mentor o mentora:
- Adapta tu estilo de mentoría con cada mentee: Cada mentee tiene habilidades, necesidades e intereses diferentes. Por ende, debes asegurarte que funciona mejor para cada perfil. Por ejemplo, algunos preferirán que les sugieras material bibliográfico o podcasts mientras que otros prefieren asistir a eventos profesionales.
- Promueve que cada mentee se enfoque en sus objetivos: Es común que los mentees se distraigan fácilmente con los detalles. Utilizar disparadores como la siguiente pregunta: ¿Cómo lo qué estas haciendo ahora te acerca a tus objetivos finales? Los invitará a la autorreflexión.
- Aviva las llamas del entusiasmo: En el 90% de los casos es muy fácil que un mentee se desanime cuando su proyecto no va como se esperaba. Por lo tanto, es vital que el mentor no pierda el entusiasmo y motive a los mentees en los momentos más difíciles.
“Puedes trabajar en el proyecto que quieras, siempre que se cumplan 2 condiciones: (1) que estés entusiasmado con el proyecto, y (2) qué yo también lo este”.
- Enseña a tus mentees a construir sus carreras en base al cuestionamiento y no simplemente a las técnicas: Las técnicas cambian constantemente y a cada momento aparecen nuevas tecnologías, por lo tanto, es esencial que nuestros mentees sepan como definir un problema, se hagan preguntas sobre este y utilicen las técnicas para responderlas.
- Promueve la toma de riesgos, solo así tus mentees alcanzaran su máximo potencial: Debes fomentar la audacia de tu mentee cuando su proyecto comienza a moverse hacia “aguas desconocidas”. Tu mentee esta tomando nuevos desafíos, saliendo de su zona de confort para entrar a la zona de crecimiento. Tu rol es promover ese mindset basado en la experimentación.
- Sé ejemplo: Las acciones hablan más fuertes que las palabras. Tienes que demostrar el comportamiento que promueves en tu mentee con tus acciones, solo así el o ella lo interiorizará. Por ejemplo, revisar su correo con prontitud brindándole feedback de calidad demuestra tu nivel de agilidad y compromiso.
- Empodera a tu mentee: Las personas alcanzan su máximo nivel de motivación cuando se sienten dueñas de su trabajo. Por esta razón, fomenta que tus mentees sientan que están trabajando en sus propias ideas, no en un proyecto preparado por un tercero.
- Usa el storytelling: Comparte tus propias historias y experiencias personales con tu mentee. De esta manera ejercitarás tu empatía y el mentee se sentirá mucho más conectado contigo al saber que tu también enfrentaste dificultades.
- Ríete y diviértete en el proceso: La risa genera bienestar y promueve un espacio de confianza. Además, bromear constantemente produce conexiones divertidas lo cual estimula la creatividad de tu mentee.
- Cultiva la relación con tus propios mentores: Es importante mantener relaciones solidas con tus mentores del pasado. Por más que seas un profesional consolidado, ellos pueden enriquecer tu perspectiva en el momento que lo necesites. Incluso puedes comunicarte casualmente con ellos para seguir actualizados.
El mentoring no solo beneficia al mentee, sino que el mentor o mentora amplía constantemente sus capacidades de comunicación, adaptabilidad, flexibilidad, y tolerancia. Es una experiencia enriquecedora para ambas partes.